Primera película que vi de Krzysztof Kieslowski. Obra protagonizada por Irene Jacob, que trata acerca de dos jóvenes; Weronika y Veronique, exactamente iguales, una nacida en polonia y otra en Francia, ambas con la música como pasión y pese a ser solitarias, ambas en un ambito más allá de lo fisico, no lo sienten así.
Kieslowski, como en todas sus obras, juega con las tonalidades según lo que se este expresando. Tal como un año antes, en el Decálogo, juega con el negro y el gris, y dentro de los 2 años posteriores con el Azul, el Blanco, y el Rojo, (siendo incluso éstos los nombres respectivos de una gran trilogía), aquí son protagonistas los tonos verdes, amarillos, naranjos y el sepia.
Vale la pena destacar , que junto a la belleza de estas tonalidades, la música juega un papel importantísimo en el caracter poético y en hacer de esta, en palabras del propio autor, una película “sobre las emociones, hecho sólo de emociones”
Spoiler*: La historia podría ser ligada o fundamentada si se desea, en el mito del doppelgânger; para el cual todos tenemos un doble, idéntico físicamente, pero de personalidad diferente. Doble al que, si por casualidad, algun día alguno llega a ver, uno de estos muere.
Pero la intencionalidad, tal como lo sugirió Kieslowski, consciente de nuestro mundo subjetivo, siempre va a estar sujeta a la significación del espectador.
TITULO: La double vie de Véronique
DIRECCIÓN: Krzysztof Kieslowski
GUIÓN: Kieslowski y Piesiewicz
AÑO: 1991
PAÍS: Polonia
DURACIÓN: 96. minutos
